
OK, lo asumo, mi mal humor me traiciona, se me nota en la cara y en el cuerpo cuando ando mal genio y además no cuesta mucho que eso pase. Pero la verdad es que no entiendo como hay personas que son capaces de enredarlo todo, de confundir las cosas a tal punto que no se les pueda imputar maldad siquiera. No me referiré a las personas mal intencionas porque eso en general no me saca tanto de quicio, lo asumo casi por defecto a la hora de enfrentar las cosas. Es la tontera, aquella que raya en la estupidez, la que realmente me hace enojar. No tolero la falta de comprensión, no trabajo ni en una central nuclear ni hablamos en lituano, como para que las personas no entiendan una orden, un cometario o lo que sea que se intente comunicar.
A veces creo que hay personas que no viven en este mundo, que no están pendientes de los sucesos y acontecimientos que afectan a la mayoría, que les interesan temas tan lejanos que poco o nada se puede hacer al respecto, pero como es que llegan a trabajar cerca de uno lo ignoro.
Tal vez y digo solo tal vez eso sea normal, pero cuesta bancarselo, además esté tema es tan jodido para mi, que a veces, tardo mas tiempo dando explicaciones por mi mal genio que por el motivo de mis enojos y eso es un poco injusto. Tengo clarísimo que no invento conflictos, porque evidentemente no lo disfruto, pero es tanto lo que me afecta que pareciera que se me nota a una cuadra. No es disimulable, por mas que trato no hay forma de evitarlo, hasta la sonrisa me sale falsa y mis palabras son mas que elocuentes. Ni la ironía me salva de estas situaciones.
Esto es más recurrente en la pega, cuando las personas se equivocan o no entienden lo que se les dice, esto es francamente frustrante, porque además evito tener que hacer cosas con otros para justamente evitar este tipo de eventos. Pero no siempre se puede y son por puras tonteras, temas tan básicos como que dos+dos son cuatro. Otras es por el no respeto a los acuerdos, pero en este caso es menos, ya que también asumo por defecto estas situaciones, estamos en Chile y eso no va a cambiar rápidamente.
En mi vida personal esto ocurre con menos frecuencia y ahí tengo actitudes algo distintas, el silencio y contar hasta 245.825 esta incorporados desde hace un tiempo, antes no era así y las consecuencias duraban un muy buen rato (o hasta ahora en algunos casos), ahora no digo que ya no lo haga, pero al menos, han las ocasiones han sido las menos.
Lo curioso es que no soy mal genio en otras partes, ni de viaje, ni de compras, ni siquiera en un mal restaurante, es solo con las personas con las que me relaciono y de las cuales tengo alguna expectativa (alta o baja) lo que me saca de mis casillas. Por mas malos ratos que pase fuera de mis campo de acción, no me enojo ni la octava parte de lo que me enojo donde les contaba, eso no pasa, tal vez una mala cara o una respuesta displicente, pero no pasa mas allá de eso, la sangre nunca llega al rió. Uno de mis mejores amigos es todo lo contrario, es capaz de armar una guerra campal por un café mal servido o si un vendedor no lo atiende como el considera que se merece. El es uno de los que mas me saca en cara mi mal genio y tengo que ser testigo si o si de espectáculos cada vez que salimos juntos. Por el contrario en la pega, pareciera que esta dopado siempre, y solo dos veces en años lo he visto perder el control de verdad.
En fin así soy yo, no se si será tan conveniente decir esta cosas, porque tampoco soy un ogro, solo que me sale mas fácil la autocrítica que la autoalabanza.
1 comment:
es que tu eres un cascarabias que no se sabe dar a entender, es cosa de leer lo que escribes y no se entiende nada, jajaja es groma!!!
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